RELATOS FORMATIVOS
Ya sabéis que me gusta retorcer la imaginación. Hoy
voy a transformar la fábula de la cigarra y la hormiga con intención de que seamos
más hormiga y menos cigarra. Son relatos formativos para pensar dirigidos a dirigentes
sociales. Para promotores de grupos.
FABULA:
EL CLUB ROJO y el CLUB GRIS
(Antes de empezar a leer) Aprende a crear entornos
y no a valerte de los que ya existen. Crece.
Pero no te aproveches de los demás.
En una ciudad imaginaria existían dos CLUBS. El
Club ROJO y el CLUB GRIS.
El Club ROJO estaba formado por chicos y chicas muy
jóvenes. Con muchas ganas y con decisión
querían llegar a toda la sociedad. Todo lo que ellos tenían se lo habían hecho
ellos y además contaban con un grupo de personas mayores que les ayudaban desde
la distancia. Pero les dejaban hacer.
Todos estaban convencidos de que los jóvenes tienen que
equivocarse, aprender, tomar decisiones. Salían a la calle y conseguían socios. Se arriesgaban y conseguían
más socios y más amigos cada día. Inventaban actividades. Se arriesgaban y si
caían, se levantaban y seguían adelante. Eran JOVENES y contaban con la experiencia de los mayores (desde la lejanía)
Sin embargo el CLUB GRIS tenía otra idea. ¿para qué
iban a buscar socios y amigos en la calle si podían decirles a los socios del
CLUB ROJO que se vinieran al CLUB GRIS?
En el CLUB GRIS sabían que cada cierto
tiempo podían aprovechar que el CLUB ROJO pasara por un mal momento (como en todos los CLUBS del mundo), para llamar a los
socios y decirles que se vinieran con ellos. Y, sin pensarlo un minuto, así lo hacían. Desvestían a uno para
vestirse ellos. El CLUB GRIS cada vez era más “cigarra”.
El Club ROJO y el CLUB GRIS pertenecían a la misma
asociación, por ese motivo lo que hacían los del CLUB GRIS no lo comprendían los del
CLUB ROJO
¿Por qué no se buscaban socios nuevos los del CLUB GRIS y nos los quitan
a los nuestros aprovechando nuestros malos momentos? ¿Es que no se dan cuenta que lo que hacen es propiciar la ruptura
de los CLUBS? ¿Es que no se dan cuenta que quien a hierro mata a hierro muere?
Los chicos jóvenes del CLUB ROJO veían como los
jefes del CLUB GRIS llamaban por
teléfono a los socios del CLUB ROJO para que se cambiaran de CLUB, y no lo
entendían.
El CLUB ROJO hacía muchas actividades propias.
Muchas actividades muy complicadas, con mucho esfuerzo y con mucho trabajo y
ello precisaba de mucha dedicación, por lo que los roces eran una cosa normal.
Los del CLUB GRIS no realizaban actividades arriesgadas. No se implicaban. Si
había que hacer algo se hacía pero sin riesgos. No crecían en socios, pero no importaba:
ya se los quitaremos al CLUB ROJO en cuanto se descuiden ¡Qué listos somos los
del CLUB GRIS! (pensaban)
El CLUB GRIS prefería hacer actividades son riesgo de las que organizaba el GRAN MANITU... un señor lejano pero que cada año organizaba cosas. Y ellos se unían. Los socios GRISES no aprendían que la vida es riesgo, pero se lo pasaban bien.
Además el CLUB ROJO tenía muchos gastos y el CLUB GRIS NO TENÍA o tenía muy pocos. Así, el CLUB ROJO cada vez que asociaba a 10
personas, el CLUB GRIS estaba atento y le quitaba 3 ó 4 socios ¡Qué listos!
Finalmente la Asociación formada por el CLUB ROJO y
por el CLUB GRIS siempre tenía el mismo número de socios porque los miembros
del CLUB GRIS también tenían “malos
momentos” y perdían socios. Pero en esto no habían caído porque el CLUB GRIS
era cigarra. Era muy cigarra.
No había pensado el CLUB GRIS que lo ideal sería que cada uno buscase sus propios socios. Que la vida no es competición, es trabajo. Que en la ASOCIACION que formaban GRIS y ROJO les habían enseñado que hay que ayudar y no romper. Unir y no deshacer.
Sin embargo, el CLUB HORMIGA, es decir, el CLUB
ROJO (los llamaban así por sus camisetas) se estaba cansando y las consecuencias serían impensables.
Pero eso forma
parte de la segunda parte de la FABULA.
Texto de Tito Aguilella
Guía especialista en
Estudio y Formación. Fábulas formativas. Imaginación