domingo, 9 de diciembre de 2012

Pedagogos que aplican lo que han estudiado pero no saben nada

Hace un mes tuve un encuentro desagradable con un individuo que dice ser (parece que lo es) pedagogo, psicólogo, periodista y nosecuantascosasmás. Le recriminé su actitud, al recriminarme él, que yo le recriminara a él, que su hijo iba un día concreto de la semana (todas las semanas), a un lugar donde un grupo de adultos se dedican a hablar de cosas de adultos, rodeados de tabaco (que se lo fuman) y de alcohol (que se lo beben). El me dijo que él, como padre, decidía donde llevaba a su hijo y que cuando yo tuviera la formación que él tenía, entonces, y sólo entonces, podría dirigirme a él ¿...? 

Seguramente no ha leído nunca AMOR Y PEDAGOGIA de Miguel de Unamuno "Libro genial, sátira mordaz de las teorías pedagógicas tan de boga en esa época. Cómo jugar a crear al genio de todos los tiempos y fracasar estrepitosamente"... y si lo ha leído no ha entendido nada.

Este Blog que pretende decir una y otra vez "que lo que hacemos nosotros, no es para nosotros" no calará nunca en individuos que confunden la formación en conocimientos, con la formación humana. Esa formación que no está en ningún libro. Que no se enseña en ninguna universidad. Esta delante de nosotros y dependerá de nosotros el que a nuestros "hijos", sean nuestros o no, los conduzcamos para que "saquen lo que tiene  dentro" o que equivocadamente pretendamos llenarlos como si fueran recipientes. Supongo que este "¿pedagogo?" es de los que pretenden "llenar" a su hijo. De los que le dicen "¡Cuando sepas tanto como yo...!" Con resultado de fracaso.

Dejemos a los niños y jóvenes que se desarrollen. Que vivan junto a sus iguales. Cubramos exclusivamente sus necesidades inalcanzables para ellos en cada etapa. Advierto, yo no soy pedagogo y posiblemente es una garantía. 

NOTA. Amor y pedagogía, la novela en la que un padre trata de aplicar a su hijo sus conocimientos avanzados en la ciencia de la educación. y fracasa.