jueves, 26 de agosto de 2010

Hace un tiempo que utilizo facebook y...

Hace un tiempo que utilizo facebook y cada vez son más los que lo utilizan a modo de camilla psicoanalista. Se tumban en la camilla virtual y ¡venga! a soltar a los cuatro vientos lo malos que son los demás y lo poquito que nos quieren.

Enseguida entran al trapo 3 ó 4 a compadecer sin parar al o la afligida: "Te entendemos" "Te prestamos nuestro hombro para llorar" "Caña al que te ha hecho daño" "La vida es una porquería de la gorda pero aquí estoy yo"

Claro, ninguno de ellos hace nunca auto-crítica ni analiza si él o ella tuvo algo que ver en lo que le/les pasa.

Aunque yo sinceramente. utilizar una herramienta como facebook para llorar, criticar, machacar o supuestamente sacar"lo que llevo dentro" pues no. No me pone.

Sólo para criticara los políticos, que como son servidores de "uno" tienen que saber lo que opino de ellos. Para los demás, para el resto de mis conciudadanos sólo dejo en faceboook lo bueno o lo chistoso, que mi interior... mis penas y alegrías no las puedo y las quiero compartir con todos.

Un abrazo

domingo, 8 de agosto de 2010

Que nadie lleve boina

El otro día estuvimos en el campamento nacional y nos quedamos sorprendidos. Habían dado "indicaciones" o "sugerencias" (que no órdenes) de que nadie llevara boina. Pues vale. El que sugiere, sugiere (que ya no manda, aunque tenga el mismo efecto)

Pero ante nuestro asombro todo el mundo a pleno sol sin nada en la cabeza. Había 4 con un gorro de paja (cuatro, es que había cuatro). Unos diez o doce con gorras con algún logo de la organización o ninguno, y uno con un logo de una empresa ¿...? El resto con la cocorota al aire. La verdad es que los que tuvieron la idea de la sugerencia, de la indicación (que no era orden, pero había que cumplirla: la sugerencia) podrían haber pensado en un gorrito alternativo, por aquello de la insolación y esas cosas. A veces las indicaciones no llevan a ninguna parte.

A ver si voy a tener que ser yo el que aporte ideas para el próximo "campa". A modo de ejemplo y en sustitución a la boina sugiero los siguientes tapa-cocos, aunque yo no lo llevaré porque ya tenemos otros modelos:

lunes, 3 de mayo de 2010

No hay rosa sin espinas.

Todo tiene un límite. Pero apretamos tanto que al final lo rompemos. La relación entre las personas se fundamenta en el equilibrio. Ni para ti ni para mí. Pero algunos creen ver maldades en los actos de los demás y ninguna maldad en su propio comportamiento.

Quieren tener razón y si no saben qué razón tienen sólo queda utilizar el ventilador. Destruirlo todo y esparcir la porquería.

La razón absoluta ciertamente no debe existir, porque finalmente es sólo nuestra verdad.

Y aquellos que dan lecciones de perfección, lecciones a los demás, los que se consideran dueños de lo auténtico. Aquellos que llaman necios a los demás sin analizarse a si mismos, aquellos que ponen condiciones a la existencia, como todos los soñadores, confunden el desencanto con la verdad.


"Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué." Rudyard Kipling (1865-1936) Novelista británico.

Nos queda aprender utilizando a estos servidores de la verdad.
Nada es como parece. Antes de juzgar, preguntar.

lunes, 12 de abril de 2010

Dignifiquemos la tarea del monitor de tiempo libre ¿cuál es tu precio?: el servicio es mi precio.

La familia y la escuela son dos pilares fundamentales para la formación de los niños y los jóvenes.

Estos dos estamentos sociales quedan cojos cuando no existe otro pilar necesario: el movimiento educativo "no formal". La familia, como educadora donde los niños y jóvenes reciben los valores sociales y también reciben de ella la protección para hacer frente a la vida que tienen por delante.

La escuela es la herramienta "obligatoria" que les formará para el mundo del trabajo, pero en los movimientos juveniles encontrarán la escuela de formación que, respetando los valores de la familia, les permitirá la relación "voluntaria" con otros niños y jóvenes.

El movimiento asociativo de formación "no formal", distinto de la familia y de la escuela le aportan al niño y al joven la posibilidad de relacionarse, de hacer frente a los conflictos con otros seres humanos de su edad y de conocer a "formadores" que voluntariamente le ayudarán a ser mejores.

Estos "formadores" son los que colaborarán con la familia y los valores que ella impregna en el niño y en el joven para encauzar, motivar, potenciar y nunca manipular.

Hoy en día los movimientos juveniles de tiempo libre han caído en desuso y las administraciones públicas, locales y autonómicas o entidades privadas pretenden tomar el testigo promocionando actividades, pero sólo han conseguido promocionar un voluntariado infantil y juvenil "mal pagado", que no es tal voluntariado. No sólo han promocionado el pago, sino que además el pago es ridículo en su cantidad.

Hubo una época en la que en todas las carreteras de España encontrábamos unos puestos de "socorro", de asistencia voluntaria a los necesitados. Voluntarios que se extendían por todo el territorio, que daban a los jóvenes ejemplo de entrega y voluntariado desinteresado.

Como esos voluntarios había muchos otros grupos que promocionaban lo mismo.

Tenemos que volver al voluntariado. A reivindicar un trabajo a cambio de nada. No es aceptable que se promocionen trabajos de monitores a precios irrisorios donde nos acostumbran a cobrar poco por una responsabilidad enorme. Llevar niños y jóvenes no tiene precio, y si lo tiene, desde luego, no es de 200 ó 500 euros. Es posiblemente impagable.

Dignifiquemos la tarea del monitor de tiempo libre ¿cuál es tu precio?: el servicio es mi precio.

viernes, 9 de abril de 2010

Avanzar sin peligro hacia la madurez. Que la nueva generación se encargue de tomar las riendas

Sólo ese “será rey” en todas las facetas de su vida, hasta el final


“El niño necesita más que nadie que se le den sugerencias, en forma simbólica, de cómo debe tratar con dichas historias y avanzar sin peligro hacia la madurez. Las historias “seguras” no mencionan ni la muerte ni el envejecimiento, límites de nuestra existencia, ni el deseo de la vida eterna. Mientras que, por el contrario, los cuentos de hadas enfrentan debidamente al niño con los conflictos humanos básicos.


Muchas historias de hadas empiezan con la muerte de la madre o del padre; en estos cuentos, la muerte del progenitor crea los más angustiosos problemas, tal como ocurre (o se teme que ocurra) en la vida real".


Que la nueva generación se encargue de tomar las riendas

Hay historias "que hablan de un anciano padre que decide que ha llegado el momento de que la nueva generación se encargue de tomar las riendas. Pero, antes de que esto ocurra, el sucesor tiene que demostrar que es digno e inteligente. La historia de los hermanos Grimm “Las tres plumas” empieza así: “Había una vez un rey que tenía tres hijos… El rey era ya viejo y estaba enfermo, y, a menudo, pensaba en su fin; no sabía a cual de sus hijos le dejaría el reino”. Para poder decidir, el rey encarga a sus hijos una difícil empresa; el que mejor la realice “será rey cuando yo muera”.

"Un niño da los primeros pasos hacia la consecución de su personalidad integrada cuando comienza a luchar con los vínculos profundos y ambivalentes que lo unen a sus padres, es decir, con sus conflictos edípicos. Los cuentos de hadas ayudan a comprender mejor la naturaleza de estos conflictos, dando valor al niño para enfrentarse a las dificultades y fortaleciendo las esperanzan de resolverlas con éxito. “


Avanzar sin peligro hacia la madurez

Por este camino pasarán los adolescentes que en su periodo de formación deberán enfrentarse a las dificultades y fortalecer las esperanzan de resolverlas con éxito. No todos lo conseguirán. Sólo aquellos que tengan la entereza de realizar con éxito la “difícil empresa” de la autoformación. Sólo ese “será rey” en todas las facetas de su vida, hasta el final.


Algunos textos extraídos de Psicoanálisis de los cuentos de Hadas de B. Bettelheim

lunes, 5 de abril de 2010

Para destruir, un enano y un segundo

Amiga:


El servicio nunca es a la carta. No es cuando tú quieras ni cómo tú quieras. Si eres tú la que decides que hacer en cada momento en respuesta a tus propias necesidades, a eso, se le llama capricho, no se le llama servicio a los demás.

Servir tiene otra dimensión. Uno hace lo que tiene que hacer, sabiendo que lo que hace no es para uno mismo.

¿Cómo van a dejar en manos del capricho las ilusiones y la formación de los niños y los jóvenes? Ni tú lo dejarías.

No le pidas a los otros que lo hagan. Porque para crear se necesitan siglos y gigantes; Para destruir, un enano y un segundo.

En cualquier caso, no te preocupes, como dijo alguien “Nunca serás un fracaso absoluto; siempre podrás servir de mal ejemplo”.